top of page
IMG_0580.jpg
Buscar

🦌 Guía clandestina para invocar tu Patronus sin que la cara de sapo te pesque 🦌

ree

Si estás leyendo esto, probablemente también odias las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras con la “gran” Dolores Umbridge (ejem, tos rosa con encaje). No te preocupes, yo tampoco soporto sus discursos eternos sobre disciplina, reglas y sonrisas forzadas. Y aunque ella diga que la magia defensiva es “innecesaria para los alumnos bien portados”, todos sabemos que en cualquier pasillo del castillo puede aparecer un dementor… o peor, un prefecto con ganas de quitarte puntos.


Así que aquí van algunos consejos, desde la experiencia de alguien que se escapa de clases… pero que siempre está en ellas. Sí, suena raro, pero créeme: se aprende más escondido detrás de una cortina del séptimo piso que sentado derecho bajo la mirada de un gato de porcelana.


1. Encuentra el lugar correcto (y silencioso)


Olvídate de practicar en la sala común: entre los murmullos, los chismosos y algún amigo metiendo ruido con ranas de chocolate, nunca vas a concentrarte. El mejor sitio es el pasillo que lleva a la Sala de los Menesteres. Si caminas tres veces pensando “necesito un lugar para practicar sin que Umbridge me atrape”, la sala aparecerá con paredes acolchonadas y ventanas que miran hacia ninguna parte. Es como tu propio campo de entrenamiento clandestino.

2. Recuerda tu recuerdo feliz (pero en serio feliz)


No sirve pensar en “me fue bien en Pociones” o “no me castigaron hoy”. Para un Patronus necesitas un recuerdo que te haga brillar por dentro: el primer viaje en el Expreso de Hogwarts, la risa de tus amigos al vencer un boggart, o ese momento en que probaste cerveza de mantequilla y pensaste que la vida era perfecta. Cuanto más auténtico, más fuerte será tu Patronus.


3. No grites el hechizo (a menos que quieras que te oigan)


Sí, todos nos emocionamos diciendo “¡Expecto Patronum!” como si estuviéramos en un duelo en el Gran Comedor, pero recuerda: si Umbridge escucha algo sospechoso, aparecerá como un búho rosa con garras. Murmura el conjuro, siente la vibración de la varita y concéntrate. Tu Patronus entenderá que la discreción también es parte de la magia.


4. Entrena la mente, no solo la varita


Un Patronus no es solo cuestión de magia, sino de voluntad. Imagina que los dementores ya están frente a ti, robándote el aire. Respira profundo, sujeta la varita con firmeza y deja que tu recuerdo feliz explote como un fuego artificial dentro de tu pecho. Es en ese instante, justo cuando sientes que todo se derrumba, que el Patronus aparece.


5. Haz pactos con tus amigos (en secreto, claro)

La Orden del Fénix no es la única que puede entrenar en secreto. Júntate con un par de compañeros de confianza, cierren la sala, y practiquen juntos. La risa compartida y el apoyo de otros hacen más fuerte la magia. Además, si aparece Filch, siempre puedes culpar a Peeves.


6. Mantén la ilusión, incluso si falla


No todos logran un Patronus corpóreo en el primer intento. A veces solo sale una luz tenue, como una linterna con poca pila. No importa. Cada destello es un paso hacia la criatura completa que te acompañará. Y cuando al fin aparezca tu ciervo, tu liebre, o incluso una humilde ratita plateada… créeme, la sensación es mejor que copiarle la tarea a Hermione.

En conclusión: practicar el Patronus es un acto de rebeldía, de esperanza y, sobre todo, de magia verdadera. Hazlo con cuidado, hazlo en silencio, pero no dejes de hacerlo. Porque algún día, cuando Umbridge no esté mirando y un dementor intente robarte el alma, tu Patronus será tu mejor aliado.


Y recuerda: la magia más poderosa nace siempre de lo que amamos, no de lo que tememos.

 
 
 

Comentarios


Universal-Orlando-Resort_Full_57050_edited.jpg

52-1-33-12345678

Puerto de Veracruz, 91855 Veracruz, Ver., México

  • Facebook
  • Instagram
  • TikTok

Stay informed,
join our newsletter

© 2035 by La Bruja Tuerta. Powered and secured by Wix 

bottom of page